miércoles, 9 de agosto de 2017

El cadete - Leonid Zurov


Título: El cadete
Autor: Leonid Zurov

Páginas: 140

Editorial: Espasa Calpe

Precio: 6 euros 

Año de edición: 1968

Este libro, publicado por primera vez en 1931, se compone de una novela corta, titulada «El cadete», de unas cien páginas, y de tres cuentos más, «La ciudad», «El estudiante Vovka» y «El salivazo». Todos ellos están escritos desde un punto de vista curioso y poco tratado: el de los rusos que se opusieron a la Revolución de Octubre en Rusia y lucharon en contra de ella en la guerra civil que duró cuatro años.

El autor, un escritor prácticamente desconocido en España, cuenta su propia experiencia con fuerza, un lenguaje brillante y evocador, y la autenticidad que le da el haber sido protagonista de las historias que narra. Porque Zurov tenía 15 años cuando se alistó en el ejército blanco, los mismos que el cadete Mitia en la novelita que da título a este libro.

Aquí se relata la humillación de un cadete imberbe, vapuleado por los revolucionarios, la pobreza de los casi niños voluntarios del ejército ruso, piojosos, hambrientos, míseros, arrojados brutalmente en medio de una guerra, el estudiante Vovka, que conoce el hambre y el tifus antes de enrolarse, la idílica vida en el campo de un campesino rico y heredero anterior al conflicto y la historia de dos chicos que sueñan con ingresar en el ejército. 

Son historias de melancolía y derrota, escritas por un escritor de talento, cuya carrera quedó truncada por la revolución, una sombra que casi desapareció barrida por el viento de la historia, que nos ha dejado estos relatos brillantes y pulidos como joyas, testimonios del ocaso de una forma de vida. Estupendos y a la vez, muy curiosos.

Leonid Zurov (1902-1971) se quedó huérfano a los res años y fué criado por su abuela. Estaba estudiando en Pskov cuando a los 16 años le sorprendió la Revolución Bolchevique y se alistó como voluntario en el ejército blanco del general Nikolai Yudenich.

Perdida la guerra, huyó a Riga y luego a Praga. Estuvo trabajando como albañil, pintor de brocha gorda y jornalero. En la capital checa estudió Arqueología y comenzó a colaborar en la prensa escrita. En 1929 se instaló en París, donde perteneció y fué fundador de varias asociaciones de intelectuales rusos en el exilio. Fué también secretario personal de Iván Bunin durante muchos años.

En 1971 murió de una insuficiencia cardíaca. Está enterrado en el cementerio ruso de Sainte-Genevieve-des-Bois, en Essone (Francia).

eéonid Zurov (1928)

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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