viernes, 31 de enero de 2014

Las muchachas de Sanfrediano - Vasco Pratolini


Título: Las muchachas de Sanfrediano 
Autor: Vasco Pratolini 

Páginas: 148 

Editorial: Impedimenta 

Precio: 16,95 euros 

Año de edición: 2013 

Esta deliciosa novela, publicada por primera vez en 1948, romántica, algo descarada, desenvuelta e italiana, muy italiana es una pequeña obra de arte de apenas 150 páginas, que se lee en un suspiro. Está fenomenalmente ambientado en el barrio popular de Sanfrediano, en Florencia, uno de los más pobres de la ciudad en los años en los que transcurre la acción. 

Está situado en la margen izquierda del Arno, a la altura del Ponte Merigo Vespucci. Es un pequeño universo, un laberinto de callejuelas con frescos de Masaccio en el que todos se conocen, donde se concentran desde hace años muchas chicas que trabajan en labores manuales, lo que les da independencia, bravura y mucho carácter. Las chicas de Sanfrediano no son ninguna broma. 

Por eso no es de extrañar que cuando aparece un conquistador, un encantador de faldas que disfruta coqueteando con todas ellas, la situación se complique y salten chispas. Una divertida historia, muy latina, desenfadada y suavemente procaz, que retrata muy bien una época, un lugar y unas gentes.

La prosa es amena ágil, chispeante y la narración avanza llena de viveza. El estilo es sencillo, con cierto regusto antiguo que despunta en algunas palabras y expresiones; los diálogos, excelentes, describen a la perfección el carácter de los personajes, desenvuelto y apasionado, y el resultado parece sacado de esa Italia que me encanta, que conocimos sobre todo después de comer, en películas en películas en blanco y negro.

Una estupenda novela corta, muy apropiada para conocer a este notable escritor, no demasiado leído en España, que tiene muchas cosas interesantes que contar. 

La primera película del director italiano Valerio Zurlini estaba basada en esta novela; la dirigió en 1955, es una comedia que tiene críticas bastante buenas y no se llegó a estrenar en España, probablemente por la censura.


Vasco Pratolini (Florencia, 1913-1991) nació en una familia muy humilde. Cuando tenía cinco años su madre murió, su padre se fué a la guerra y él tuvo que quedarse con sus abuelos. Fué lector compulsivo y voraz, escritor autodidacta, tuberculoso, vendedor ambulante, tipógrafo, dependiente y camarero, hasta que le descubrió Elio Vittorini y le consiguió un trabajo en el periódico «Il Bargello».

Participó en la resistencia contra los alemanes como partisano y acabada la guerra se instaló en Milán, siguió escribiendo para la prensa, luego estuvo en Nápoles y en Roma, donde contribuyó al cine neorrealista italiano con más de 30 guiones, entre los que están los de «Rocco y sus hermanos» (1960) y «Paisá» (1946). Estuvo nominado al Óscar al mejor guión, publicó una treintena de novelas y está considerado como uno de los introductores del neorrealismo en Italia.

Vasco Pratolini

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

jueves, 30 de enero de 2014

Manu Leguineche, nuestro Kapuściński


El miércoles de la semana pasada nos ha dejado el inefable Manu Leguineche, el gran periodista, reportero universal y escritor de talento. Deja cerca de cincuenta libros, todos muy interesantes, cientos de portajes y una trayectoria como periodista inmejorable. Un compañero de profesión ha dicho que siempre que iba a algún lugar del mundo, Leguineche ya había estado allí.

Maestro de periodistas, reportero incansable que cubrió casi todas las guerras, desde Vietnam al Líbano, excelente escritor y de una humanidad entrañable, tenía todas las cualidades para que le considerásemos, como bien ha dicho Iñaki Gabilondo, nuestro Kapuściński.

Era un tipo genial. Dicen los que tuvieron la enorme suerte de conocerle que era un gran jugador de mus, aunque no tenía muy buen perder, algún defecto tenía que tener el hombre, porque la perfección no existe. Era amigo de sus amigos y de sus rivales, también. Había acumulado sabiduría y experiencia durante un número inimaginable de viajes por todo el mundo. Siempre fué humilde y humano, muy humano.

Una de las cosas más curiosas de su vida era que en los últimos años vivía en su propia plaza, la Plaza de Manuel Leguineche, en Brihuega, un pueblo tranquilo y agradable en la Alcarria. Estando asomado al balcón unos turistas le preguntaron si sabía cómo se llamaba aquella plaza, a lo que se dió el gusto de contestar empezando por un «Me gusta que me hagan esta pregunta...».

Escribió mucho y muy bueno, no le he leído todo lo que se merece, la verdad y, como hemos dicho, todos sus libros son muy recomendables, pero voy a mencionar tres títulos que me han llamado la atención:

- «Los topos», que escribió mano a mano con Jesús Torbado, un asombroso reportaje sobre las personas que estuvieron años y años escondidos, después de acabada la Guerra Civil por miedo a los nacionales.

- «La ley del mus», un delirante tratado sobre ese noble juego, lleno de dichos, anécdotas, consejos y chasquarrillos. Una verdadera enciclopedia con un prólogo del Rey Juan Carlos.

- «Hotel Nirvana», un interesantísimo recorrido por más de 200 hoteles de todo el mundo, lleno de historias, anécdotas y reflexiones. Una maravilla.

Manu Leguineche (Arrazua, Vizcaya, 1941-2014) comenzó a trabajar a los 16 años en el semanario Gran Vía de Bilbao, a los 17 conocció a Miguel Delibes, por entonces director de El norte de Castilla, y a los 18 comenzó a viajar por el mundo, recorriendo Europa y ejerciendo los más variados oficios. A la tierna edad de 19 años se largó sin avisar a sus padres a cubrir la guerra de Argelia y cuando cumplió los veinte, se sintió preparadp para dar una vuelta al mundo con un grupo de periodistas estadounidenses que duró dos años.

Sacó tiempo, no se sabe de dónde y estudió algo de Derecho y Filosofía y a los 23 años cubrió como enviado especial del diario Madrid la guerra entre India y Pakistán. A partir de entonces, da la sensación de que durante unos años no se perdió ni un sólo conflicto armado: Vietnam, Líbano, Nicaragua, Chipre, Marruecos, Bangladesh, Camboya, Guinea Ecuatorial, Palestina, Israel, Afganistán...

Mientras tanto hizo Periodismo, pero con tanto viaje no pudo acabar la carrera hasta los treinta años. Su carrera es inabarcable, colaboró en más de cuarenta periódicos, trabajó en radio y televisión (seguramente le recordáis de Informe semanal y En portada), publicó innumerables libros, fundó dos agencias de noticias... Manu sólo hay uno.

Para acabar, el enlace de una entrevista y una frase: «Un mapa del mundo que no incluya la utopía no merece una mirada».

http://www.elmundo.es/television/2014/01/22/52dfc0ed268e3ec5708b4574.html
Manu Leguineche, retratado por Paula Montálvez

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

miércoles, 29 de enero de 2014

14 - Jean Echenoz


Título: 14 
Autor: Jean Echenoz 

Páginas: 98 

Editorial: Anagrama 

Precio: 12,90 euros 

Año de edición: 2013 (2ª edición)

Echenoz ha querido celebrar con esta novela el que se cumple el 100º aniversario de la guerra del 14, la Gran Guerra, un conflicto que parecía que iba a durar unas cuentas semnas y se prolongó durante cuatro años. Fué un enfrentamiento terrible, muy duro, que se llevó por delante a más de nueve millones de personas.

Y lo hace con una novelita genial, basada en la historia de un puñado de personajes que parece que existieron realmente. Se nos presenta un triángulo sentimental muy sugerente, formado por dos hombres y una mujer, que recuerdan lejanamente a la película «Jules et Jim», para mostrar luego cómo su vida va siendo absorbida por la dinámica de la guerra. La trama se escapa varias veces de las expectativas del lector y corre libre, llena de sugerencias, de claves, de suicidas y desertores, mutilados y miembros fantasma, pulgas y ratas, timos y corrupción en la retaguardia, inventos y otros detalles que indirecta y lateralmente componen un magnífico retrato de lo que es una guerra.

El texto es asombrosamente escueto, no llega a las cien páginas, e increíblemente rico. Parece mentira que se pueda componer una obra de arte tan completa en un texto tan corto. No hay descripciones, ni diálogos, solo acción que avanza en volandas hasta un final muy abierto. Una novela genial y original donde las haya, única, quen o se parece a nada. Se diría que Echenoz actua más que como un escritor, como un creador de jeroglíficos, un jugador de ajedrez siempre más listo que el lector, al que plantea combinaciones inesperadas sólo con unas cuantas piezas.

Una novela soberbia, fenomenal, que no admite medias tintas, o te encanta o te parece infumable. A mí me ha parecido maravillosa.

Jean Echenoz (Orange, 1947), escritor francés, nació en una familia muy melódica, sus dos abuelos y su madre tocaban el piano y él mismo toca el contrabajo, así que la música le ha acompañado durante toda su vida.

Sin embargo, su vocación literaria ha sido más fuerte y ésta es ya su novela número quince. Ha recibido una decena de premios, entre otros entre ellos el Premio Médicis en 1983, el Premio Goncourt en 1999, el Premio Aristeion y el premio François Mauriac.

Escritor original, innovador, algo extraño, muy leído, está considerado uno de los escritores europeos en activo más interesantes y sugerentes. En este enlace podéis leer una entrevista que apareció publicada en Letras Libres.

http://www.lapresse.ca/arts/livres/entrevues/201211/30/01-4599310-le-nouveau-best-seller-du-grand-timide-jean-echenoz.php
Jean Echenoz (Foto Rolland Allar)

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

martes, 28 de enero de 2014

Opiniones de un payaso - Heinrich Böll


Título: Opiniones de un payaso
Autor: Heinrich Böll 

Páginas: 256 

Editorial: Seix-Barral

Precio: 17 euros 

Año de edición: 2000

Este libro, publicado por primera vez en 1963, es uno de los títulos más importantes de la literatura alemana de posguerra, la llamada a veces literatura de los escombros. Contiene un lúcido análisis y una crítica atinada de la sociedad alemana de los años 60, cuando la guerra era algo todavía reciente, a través de las reflexiones de un payaso conmovedor al que ha abandonado su mujer y que está atravesando una crisis en su vida.

En una época dura para Alemania, cuando se está construyendo el muro de Berlín y el país trata de salir adelante, mediante la voz de un payaso fracasado, Böll se emplea a fondo para denunciar, con ironía y ternura, el hipócrita arrepentimiento de grandes capas de la sociedad alemana, los movimientos de los demócrata-cristianos para buscar más votos, aunque traicionen su principios, los eufemismos que se instalan en una sociedad materialista y muchos otros detalles de un país lleno de problemas por todas partes.

Esta novela es muchas cosas a la vez, un diagnóstico y retrato de toda una sociedad, una triste historia de desamor y fracaso, la peripecia de alguien que se mantiene apolítico hasta que la política invade su vida y se instala en el salón de su casa, un ejemplo de cómo suavizar con unapizaca de humor y ternura un plato un poco difícil de digerir, y un libro redondo que se ha convertido en la obra de toda una generación.

Un clásico moderno, escrito con habilidad, una novela de ideas, profundamente alemana, que bien puede servir para retratar un país, una época y una sociedad. Hay que leerlo.

Heinrich Böll (Colonia, 1917-1985) nació en una familia trabajadora, fué a un campo de trabajo en la Alemania nazi, porque era la única manera de acceder a la universidad. Pero cuando iba a matricularse en Filología alemana fué reclutado a la fuerza por el ejército alemán. Luchó en Francia, Rumanía, Hungría y la Unión Soviética. Se casó durante un permiso.

Fué hecho prisionero por los estadounidenses y mientras estaba recluido en campos de prisioneros en Francia y Bélgica, murió su primer hijo. Liberado de vuelta a Colonia, se dedicó a escribir, tuvo éxito, fué elegido presidente del  PEN Club Internacional y obtuvo el Premio Nobel en 1972.

Escritor ágil, aparentemente ligero, católico, publicó más de veinte libros y criticó duramente las posturas xenófobas y extremistas de la derecha alemana.

Una mañana se miró en el espejo y elijió el título de esta novela.

Heinrich Böll

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

lunes, 27 de enero de 2014

La mina - Armando López Salinas


Título: La mina 
Autor: Armando López Salinas 

Páginas: 520 

Editorial: Akal 

Precio: 16 euros 

Año de edición: 2013

Aquí tenemos otro ejemplo de libro censurado por el franquismo, olvidada hasta ahora y por fin editada con todos lo honores y convertida en novela de éxito. «La mina» fué finalista del Premio Nadal en el año 1959 y no creo que hubiese pucherazo ni nada raro, porque ganó el premio Ana María Matute, una autora como la copa de un pino, con «Primera memoria».

Las dos principales ediciones ediciones fueron las de 1960 y la de 1968, en la editorial Áncora y Delfín. La censura suprimió en ambas veinticuatro fragmentos, los más revolucionarios, que en esta excelente edición están marcados e indicados con notas a pié de página. Aún así, expurgada por los censores, no fué ni promocionada ni muy tenida en cuenta por los críticos. No era un texto muy recomendable, a pesar de su calidad.

Luego, durante la transición, se dió un fenómeno muy curioso y es que tampoco encajaba mucho en el relato oficial del proceso político de esos años: la democracia se presentaba como algo que la clase dominante, comandada por el Rey, concedió de buen grado a los españoles y se silenciaron los años de lucha de sindicalistas, obreros, izquierdistas y partidos en la clandestinidad. En la transacción, la oposición al régimen tuvo que ceder el protagonismo y no levantar demasiado la voz.

Ahora, después de más de 50 años de su aparición, podemos disfrutar de esta obra por primera vez sin censura, en una estupenda edición de David Becerra Mayor, con un extenso prólogo y profusión de notas a pié de página que completan el discurso de la novela, incluyen citas de Vázquez Montalbán, aclaran algunas alusiones y dan pistas sobre muchos temas que impregnan el texto.

Finalmente la novela en sí se queda en un poco menos de 200 páginas; una novela corta en extensión y una de las cosas que más llama la atención al leerla es su capacidad de síntesis. Se inscribe en el realismo social y cuenta la peripecia de un hombre de campo que emigra con su familia a las minas de Puertollano huyendo de la miseria.
  
Tengo que decir que me ha encantado, está pero que muy bien escrita. Juega continuamente con unos diálogos muy buenos, frescos y naturales, que retratan muy bien la manera de hablar en el entorno rural en los años 50. Hay multitud de frases hechas y expresiones muy curiosas, que hacía tiempo que no leía, como: «Dónde no hay harina, todo es mohína», «Familia y trastos viejos, lejos» o «Si no me trasconejo...» (si no me equivoco al hablar). Y muchas otras expresiones de sabiduría popular.

Utiliza el punto de vista de un narrador omnisciente y aprovecha la corriente de pensamiento de varios personajes para describirlos con precisión. Hay un buen número de caracteres perfilados con sus motivaciones y su forma de ver las cosas; no hay buenos y malos sin más, sino personas complejas y con sus maneras de ver la vida. Las descripciones son muy buenas, certeras y coloridas, recuerdan a las típicas de la generación del 98, especialmente a Azorín.
 
Pero lo que destacaría es su dinamisno. Tiene una ya mencionada capacidad de síntesis que hace que sea un texto recortado, casi resumido, algo lacónico, en el que pasan y se cuentan un montón de cosas en pocas páginas. Se puede decir que es un concentrado de novela.

Una obra excelente que ha dormido en el olvido durante medio siglo, un buen ejemplo de realismo social, de sorprendente actualidad porque se ve que la tendencia a basar la economía en el ladrillo comenzó en los años 60, que nos recuerda lo que demasiado a menudo queremos olvidar: que hace poco éramos un país atrasado y pobre, mísero, sin industrializar, que nunca hemos salido de aquella situación plantando unas bases sólidas y hay carencias recientes que todavía no hemos superado, y nos lastran.

Armando López Salinas (Madrid, 1925) es un escritor español y antiguo diregiente comunista. De familia campesina, estudió en la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid y se hizo Delineante Proyectista. Llegó a ser miembro del Comité Central del Partido Comunista de España, el máximo órano directivo del patido, y también de su Secretariado.  Fue también subdirector del diario Mundo Obrero, el diario del PCE, y corresponsal en Madrid de Radio España Independiente (más conocida como Radio Pirenaica), la emisora clandestina que más tiempo ha estado emitiendo (40 años).

Ha publicado seis libros, todos ellos o bien censurados o bien olvidados por el mundo editorial. Puede decirse que es el paradigma de escritor comprometido con sus ideas, su producción literaria está en perfecta armonía con su trayectoria política, en la que dedicó todas sus energías a la lucha por los más desfavorecidos militando en el PCE

http://www.cronicapopular.es/2013/11/armando-lopez-salinas-hay-que-seguir-sacando-gente-a-la-calle/
Armando López Salinas (Foto José Camó)

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

domingo, 26 de enero de 2014

Génesis - Sebastião Salgado


Título: Génesis 
Autor: Sebastião Salgado 

Páginas: 520 

Editorial: Taschen 

Precio: 49,98 euros 

Año de edición: 2013

Este libro es en realidad el catálogo de la maravillosa exposición de 245 fotografías que se puede visitar hasta el 4 de mayo en el centro Caixaforum de Madrid (Paseo del Prado, 36), cerca de Atocha. Una muestra que tuvo su inauguración mundial en el Museo de Ciencias Naturales de Londres el 11 de abril de 2013 y que va a recorrer varios museos de todo el mundo.


Es una selección de fotos de una belleza apabullante, que a veces le deja a uno sin habla, fascinado por las imágenes y con la sensación de que el mundo es sobre todo eso, imágenes. O dicho de otro manera, que en las imágenes está todo, lo que sabemos y lo que todavía no hemos entendido.

Salgado dice que este proyecto es «su declaración de amor al planeta» y es el resultado de un viaje itinerante que ha durado ocho años, buscando paisajes que no hubiesen sido alterados por la mano del hombre. Parte de ese periplo ha sido un un vieja a pié por Etiopía de 850 km en tres meses, con un equipo de 15 personas y 18 burros de carga que transportaban todo el material, por caminos y rutas marcados hace 5.000 años. «Así he podido experimentar lo que se relata en el Antiguo Testamento, cómo viajaba la gente entonces, cómo vivía» ha declarado este patriarcal fotógrafo.

Un maravillosa exposición que nos propone una vuelta al origen, un contacto auténtico y primigenio con nuestro planeta, los animales y las tribus que viven en ella, una vuelta a lo auténtico y a la naturaleza no vencida por la civilización que, aunque parezca mentira, es todavía posible. Parece que el 56 % del planeta conserva el mismo aspecto que si no hubiese sido alterado por la humanidad, su huella es invisible. Uno de los mensajes de este exhaustivo trabajo es que necesitamos cuidar a la vieja TIerra y que todavía estamos a tiempo.


La primera foto que se ve nada más entrar a la exposición es este iceberg con un arco inverosímil y un bloque de hielo que parece una alcazaba árabe.

Las fotos se dividen en cinco secciones: «La Antártida y los confines del su, «Los santuarios» (Galápagos, Madagascar, Indonesia, Papuasia y Sumatra), «África» (Botsuana, Congo, Ruanda y Uganda, el desierto del Kalahari, Etiopía y los desiertos de Argelia y Libia), «Las tierras del norte» (Alaska y Colorado, la isla de Baffin en Canadá y varias zonas de Rusia) y «La Amazonia y el pantanal» (Venezuela, Brasil y el pantanal, el mayor humedal del mundo, entre Brasil, Bolivia y Paraguay.). Un recorrido fascinante.


Son imágenes técnicamente perfectas, sobresalientes, que tienen a veces una profundidad de campo casi infinita y una resolución que da vértigo. En ellas Salgado parece saber extraer todos los secretos del blanco y negro, de manera que el color no sólo no se echa de menos, sino que parece que aruinaría toda la sobrecogedora belleza de este reportaje. El juego de claros y oscuros, de luz y tinieblas recuerda a lo mejor del barroco y la gama de grises da la impresión de expresar más que una gama de colores.


El no usar color parece que permite una mayor nitidez, más precisión en los contornos. Otra peculiaridad del blanco y negro es que creo que refleja mejor la visión de un fotógrafo. Las fotos en color están invadidas por la realidad, se parecen más a ella y probablemente sirven mejor para retratarla objetivamente y menos para constituir una obra de arte personal producida por un autor.

En otras exposiciones una de cada tres, cuatro, cinco o más fotografías nos llama la atención y nos gusta de verdad. En este caso todas las fotos son magníficas. Me pregunto cuántes fotos tomó el autor en esos ocho años para poder seleccionar las que se ven aquí. Llama la atención la disposición de las nubes en gran parte de ellas, la tremenda belleza de esos cielos llenos de luz y de formas.


Por los ojos del visitante desfilan piedras que parecen animales vivos, plantas con textutas increíbles, animales que parecen personas, personas que parecen quimeras repujadas y seres de fantasía, tribus que parecen paleolíticas y paisajes que parecen visiones del cielo o de los infiernos,... Imágenes que parecen sacadas de los sueños y la imaginación, irreales de tanta belleza como encierran. Una exposición única que no os debéis perder. Os recomiendo que la veáis con calma.

 

Sebastião Salgado (MInas Gerais, 1944) es un fotógrafo brasileño, miembro de la mítica agencia Magnum, que ha recorrido medio mundo para traernos lo mejor de lo que ha visto hasta nuestros ojos. En 1994 dejó Magnum para formar su propia agencia Amazonas Images. En 1998 fundó el Instituto Terra con el fin de reforestar una propiedad rural de 700 hectáreas en Brasil

En sus trabajos más importantes se ha dedicado a retratar a perdedores, o  trabajadores explotados de la manera más brutal o habitantes de países poco desarrollados y sumidos en la pobreza. Sus fotos respiran autenticidad, constituyen una denuncia por sí mismas y además son estéticas.

Este reportero gráfico incansable, después de haber conocido gentes de todas las razas y continentes en sus más de 30 viajes, ha dicho: «Más que nunca, siento que solo hay una raza humana. Más allá de las diferencias de color, de lenguaje, de cultura y posibilidades, los sentimientos y reacciones de cada individuo son idénticos». En 1998 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes

Siempre fotografía en blanco y negro, con una cámara Leica.

Sebastião Salgado

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

sábado, 25 de enero de 2014

Tebeosfera

http://www.tebeosfera.com

A mi familia

Hace algún tiempo descubrí una maravillosa revista en línea sobre el mundo del tebeo, Tebeosfera, que es al mismo tiempo un blog y una verdadera enciclopedia en línea que contiene una cantidad de información abrumadora, ordenada y fácilmente accesible. Tiene catalogados más de 17.000 tebeos, desde el siglo XIX hasta la actualidad, con más de 145.000 números individuales, más de 15.000 fichas de autores y más de 1.500 artículos, críticas, reseñas y opiniones accesibles. Toda esa información está disponible en línea en un gran catálogo digital de la historieta, bien indexado, que funciona estupendamente.

El proyecto está gestionado por la Asociación Cultural Tebeosfera, una asociación abierta, sin ánimo de lucro, nacida en el 2009, cuyo objetivo es el estudio y la preservación de la historieta y del humor gráfico en España. El impulsor y alma mater de todo este proyecto tan interesante es Manuel Barrero, un enamorado del cómic, que abrió una primera época de Tebeosfera ya en el año 2001.

Se cubre así un hueco muy importante, ya que los tebeos no se encuentran entre el material mejor conservado en nuestras hemerotecas. Uno de los hitos más notables fué la publicación en el año 2012 del «Gran catálogo de la historieta» (1880-2012) en papel, que fué presentado en el XXX Salón del Cómic de Barcelona.

Hablar de tebeos me llena de nostalgia, me recuerda los años de mi infancia y alguna que otra tarde inolvidable pasada con mis hermanos leyendo una colección de tebeos descubierta en casa de unos parientes de mis padres. En mi memoria, cada tebeo que he leído está asociado a una persona de mi familia.

http://www.tebeosfera.com/obras/numeros/pumby_valenciana_1955_271.html
      
Pumby, la publicación valenciana de los años 60, me recuerda a mi padre, que me daba 2,50 pesetas cuando yo era un renacuajo para que bajase al kiosco que había enfrente de casa a comprarlo. 

http://www.tebeosfera.com/obras/publicaciones/bravo_bruguera_1976_-linea-.html

En cambio, las historietas de «El teniente Blueberry» que leía en Bravo me traen a la memoria a mi abuelo; yo iba a misa los domingos con él a la iglesia del Parque Móvil de Madrid dando un paseo y a la salida, la recompensa era el Bravo que me compraba. 

Y por supuesto, la historia del TBO está indisolublemente unida en mi memoria a mi tío Miguel, un gran coleccionista de esa publicación. Tenía todos los números antiguos, o al menos eso me parecía a mí, los leía en la cama antes de dormir o en la siesta, y como era un hombre muy ordenado, marcaba, con una pequeña V de «visto», a lápiz y  dentro de la O de TBO, los números que ya había leído. El día que me dejó no sólo leer aquellas divertidas historietas, sino además poner mi provia V a la derecha de la O, estableció conmigo una profunda complicidad y me hizo de alguna manera coposeedor de aquel maravilloso tesoro.
                        
http://www.tebeosfera.com/obras/publicaciones/tbo_tbo___buigas_estivill_y_vina_1952.html

Luego llegaron a nuestras manos el Pulgarcito, el Tio vivo y el DDT, compartidos con mis hermanos, hubo después una cierta invasión foránea a cargo de Spiderman y otros superhéroes, que me recuerdan inevitablemente a los compañeros del colegio, y casi sin darme cuenta fuí pasando del tebeo al libro de aventuras, cada vez con menos ilustraciones.

No sé cómo será exactamente la relación de los críos de ahora con los tebeos, cuando yo era niño se decía que era una buena manera de iniciarse a la lectura porque donde había un tebeo iba a haner un libro en el futuro. Incluso, la famosa colección Historias selección de la editorial Bruguera publicaba versiones simplificadas de clásicos juveniles en las que intercaladas entre las páginas de texto había dos de viñetas que también contaban la historia completa. Ni que decir tiene que empezábamos leyendo sólo las historietas y acabábamos devorando el libro entero.

Ahora supongo que los niños se adentrarán en la lectura con tablets, smartphones y otros cachivaches, pero espero que de vez en cuando disfruten también de algún álbum recopilatorio que otro. Larga vida al tebeo.

http://www.semananegra.org/2009/autores09.html
Manuel Barrero

Manuel Barrero (Milla de Tera, Zamora, 1967) es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Sevilla, funcionario destinado en esa ciudad desde 1989 y, sobre todo, un excelente dibujante de historietas, un crítico y un investigador sobre esa riquísima forma de expresión gráfica. Es Diplomado en Estudios Avanzados por la Facultad de Comunicación y está realizando una tesis sobre el tebeo.

Desde sus inicios, simultaneó la publicación de historietas con la de textos de análisis y opinión en el mundo del cómic. Es un enamorado del mundo de las viñetas, un investigador del tebeo  y se ha convertido en una auténtica autoridad en la materia. Ha sido, por ejemplo, pionero en la publicación en España de monografías sobre autores extranjeros.

Publicó El tebeo veloz (1998-2000) con la firma Mobomo. Aquí os dejo una imagen de su personaje por excelencia, Balún, un bocadillo de historieta puesto boca abajo y con piernas, uno de los personajes que, aunque o nos hayamos dado cuenta, ha acompañado al tebeo durante toda su historia.



Publicado por Antonio F. Rodríguez.